sábado, 2 de mayo de 2015

Caminata

Los beneficios de la caminata diaria: 
´´cuerpo y mente saludables´´



Los beneficios de la caminata

Según la mayoría de los estudios, los beneficios corporales de realizar una caminata diaria de 30 minutos se traducen en beneficios cardiovasculares en cuanto a una menor frecuencia de infartos de miocardio, diabetes del adulto, accidentes cerebrovasculares e hipertensión arterial.
La actividad física moderada 

La llegada del verano y los días cálidos son una buena oportunidad para dedicarle unos minutos del día a la caminata y mantenerse saludable de una manera sencilla.
Caminar puede ser un buen ejercicio si se hace correctamente, pues es de intensidad moderada y accesible a casi todas las personas, cualquiera sea su condición física inicial. Se puede hacer sin un equipo especial, solo o acompañado, todo el mundo sabe hacerlo, es seguro y no hay que trasladarse a un lugar específico para practicarlo. Además, se puede introducir en la vida cotidiana sin alterar las costumbres ni hábitos de las personas.
En ocasiones pareciera que los médicos estuvieran de acuerdo para mandarnos a todos a caminar. Llegas al consultorio porque tienes alto el colesterol y te mandan a caminar, vas por la diabetes y te mandan a caminar, vas al nutricionista y ¿qué hace éste? ¡Exacto! te manda a caminar.
Pues, la realidad es que no hay ningún complot en absoluto. Son innumerables los estudios médicos que demuestran que las caminatas diarias son un muy importante factor de prevención y alivio de decenas de enfermedades y afecciones. Desde la prevención de ataques cardíacos hasta la reducción del colesterol, pasando por el mejoramiento de la circulación; las caminatas ofrecen un amplio espectro de beneficios para el cuerpo y la mente.

ha mostrado beneficios en la osteoporosis, la artritis, las caídas en los ancianos, y también efectos sobre el peso y los lípidos aunque más modestos. Además, es buena para la mente, ya que hay cierta evidencia de que el ejercicio moderado ayudaría en la depresión y en ciertos estados de ansiedad.


Para comenzar...

El período mínimo necesario para obtener efectos saludables es de diez minutos diarios. Según un estudio realizado en Buenos Aires, el 85 % de la gente entre 15 y 69 años camina por lo menos 10 minutos seguidos al menos una vez por semana. Por esto mismo y siguiendo el consejo general de “algo es mejor que nada” y “más es mejor que poco”, se puede empezar por hacer períodos de 10 minutos cada día. El ritmo debe ser mas rápido que el de caminar mirando vidrieras, con paso firme y regular, y que a la vez se pueda hablar sin que se corten las palabras. 

Hay que encontrar el ritmo y el tiempo indicados de acuerdo a nuestra contextura física y capacidad pulmonar. Cuando caminamos constantemente por algunos minutos, la caminata se transforma en un ejercicio aeróbico que mejora la capacidad cardiovascular y pulmonar al tiempo que se queman calorías, se reducen los depósitos grasos, se tonifica la musculatura y se acelera el metabolismo.
Realizar tres períodos de 10 minutos podría ser un objetivo inicial, aunque conviene saber que la mayoría de los estudios que mostraron beneficios fueron hechos con 30 minutos seguidos. No hay que olvidar hacer ejercicios de elongación en forma periódica. 


Unas pocas semanas bastan para mejorar los aspectos circulatorios y reducir la resistencia a la insulina, a la vez que mejoran la tonicidad. En tanto, para bajar de peso o mejorar el perfil de los lípidos se requieren algunos meses.

La conveniencia de beber líquido durante la caminata, depende del tiempo dedicado a la misma y de las condiciones climáticas. En líneas generales hasta 30 minutos se podrían hacer sin necesidad de ingerir agua, salvo que se haga en pleno verano en las horas de mayor calor.


Un ejercicio para todas las edades

En principio no hay restricciones para ancianos ni enfermos, de hecho los cardiólogos recomiendan caminar a los pacientes coronarios o que hayan tenido by-pass. La única salvedad es que en los ancianos hay que evaluar el balance, equilibro y si existen impedimentos de tipo ortopédico. Por ejemplo si hay una artrosis de cadera importante, el hecho de caminar puede provocar dolor, por lo habría que hacer otro tipo de ejercicio, como la bicicleta fija. En cuanto a los que tienen diabetes, enfermedades cardíacas o pulmonares deberían pasar por el médico antes de iniciar un programa de caminatas.


¡Cuidado!

Se debe tener precaución ante la presencia de lesiones agudas en miembros inferiores y ciertos problemas ortopédicos como artrosis de rodilla o hernia de disco lumbar, y algunas personas que tienen pie diabético. Hasta que esos problemas no se solucionen podría ser mejor cambiar a otro tipo de ejercicio.



* Asesoró el Dr. Guillermo Díaz Colodrero, Jefe del Servicio de Internación de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina, especialista en Medicina del Deporte.


http://salud.ellasabe.com/ejercicios/79-caminatas-forma-natural-de-sentirse-saludable



No hay comentarios:

Publicar un comentario